Yo no jugué con Barbies
No tuve. Ya era grande cuando las conocí. Por un par de años se me escapó el permiso de jugar a ser más que simplemente una madre.
Barbie no era un bebote o una especie de niña sin forma a la que imponer mi cuidado maternal. Ella tenía todo un mundo por descubrir.
Aún no se le criticaba su cuerpo estereotipado y su vagina clausurada al sexo. Podía hacer bastante más que acunar o alimentar.
Aunque sus atuendos eran acotados la imaginación de mi niña-adolescente no tenía límites. Barbie era una mujer que tenía opciones.
Hoy exorcizo miedos y fracasos, dolores y postergaciones, siento que puedo darle voz a esa niña, permiso para explorar y recursos
para indagar sus propias imágenes de mujer.
Serie “Yo no jugué con Barbies”
2019/20
Diez escenas escultóricas con su base -
Dimensiones serie completa, variables según distribución, 200 cm2 (aprox)